Balance de dos años del programa y lanzamiento del Observatorio Técnico
El pasado 11 de junio, el delegado de Políticas de Vivienda, Álvaro González inauguraba una jornada en la que se realizaba un balance de los dos años de desarrollo del programa Barrios Productores y se presentaba públicamente la creación de un Observatorio Técnico que permitirá reforzar su desarrollo, mediante la colaboración con universidades y centros de investigación, favoreciendo la difusión de las técnicas y conocimientos propios e incentivando los procesos de innovación.
Posteriormente, Mar Moralejo, subdirectora general de análisis urbano, y Raúl Monte, director general de regeneración urbana, hicieron un recorrido desde el surgimiento de la iniciativa en el año 2021 hasta la actualidad. Y cómo se ha ido convirtiendo en una respuesta innovadora para fomentar la economía verde de los barrios y la generación de empleo a partir de la agricultura urbana.
La segunda mitad de la sesión estuvo dedicada a una mesa redonda con personas expertas en la temática. Marian Simón, profesora de la ETSAM y miembro del Grupo de investigación en Arquitectura y Urbanismo Sostenible que planteo la importancia de incorporar a la planificación territorial la mirada agroecológica, para reconstruir sistemas alimentarios que resulten operativos bajo lógicas de justicia, proximidad y Sostenibilidad. Javier Sanz investigador del Centro de ciencias humanas y sociales (IEGD) del CSIC, que planteó el carácter innovador del programa y describió una utopía sobre cómo sería un sistema alimentario alternativo operando dentro de una década, y el protagonismo que había tenido el programa Barrios Productores. Ana Zazo, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos, que planteó las potencialidades del programa para renovar la figura del parque agrario adaptándola a un contexto netamente urbano. Y por último, Alejandro Benito director del departamento de Investigación Aplicada y Extensión Agraria del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural (IMIDRA), que se encargó de mostrar cómo el programa puede servir para reconstruir puentes entre el mundo rural y el urbano.
Un debate abierto puso el broche final a una jornada que sirve para cerrar esta primera etapa del programa. Las semillas han brotado y toca cuidarlas de cara a cultivar los frutos.
