Una mirada panorámica a la Oficina de Agricultura Urbana y Producción Innovadora de EE.UU.
La Ley Agrícola de 2018 ofreció una variedad de victorias para el movimiento de la agricultura urbana, entre ellas la creación a nivel nacional de una Oficina de Agricultura Urbana y Producción Innovadora (OUAIP) y programas para apoyar actividades relacionadas. Estos cinco años de implantación constatan progresos inmensos.
La oficina promueve una amplia variedad de prácticas, como huertos comunitarios, producción vertical al aire libre, invernaderos, granjas bajo techo, instalaciones hidropónicas… . Desde 2020 se han invertido $40,5 millones en las comunidades locales para aumentar la capacidad de la agricultura urbana para satisfacer las necesidades alimentarias críticas. El programa ofrece subvenciones de planificación e implementación a organizaciones sin fines de lucro, escuelas y gobiernos locales y tribales para brindar educación y capacitación a los productores, invertir en nueva tecnología y construir infraestructura para apoyar redes de agricultores para ampliar el acceso a alimentos saludables en sus comunidades.
El Congreso también ordenó a OUAIP crear un programa piloto de compostaje comunitario que apoyara la planificación e implementación de planes locales de compostaje para reducir el desperdicio de alimentos municipales.
Además, OUAIP estableció el Comité Asesor Federal para la Agricultura Urbana y la Producción Innovadora para brindar orientación y recomendaciones al Secretario de Agricultura sobre políticas, programas y recursos que puedan abordar las barreras para los productores en áreas urbanas y difundir de manera efectiva las políticas urbanas, así como las prácticas emergentes de producción agrícola en las comunidades.
Las principales recomendaciones que han venido defendiendo serían:
•Crear una base de datos pública/en línea que sirva como punto de agregación para una lista completa y actualizada de programas de financiamiento, incentivos y apoyo disponibles para agricultores urbanos y productores innovadores y compartir estas oportunidades de manera
cultural y lingüísticamente apropiada;
• Realizar una revisión de los programas de micropréstamos de la FSA para determinar la utilización general, la eficacia del programa y los plazos típicos requeridos desde la consulta hasta la financiación dentro de la oficina de la FSA.
• Agregar el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) como un programa elegible del USDA a la lista de participación en el programa que se requiere para que una persona sea elegible para votar o servir en un comité local del condado o urbano de la FSA; y
• Brindar orientación a los gobiernos locales y ciudadanos privados sobre las mejores prácticas y recursos para ayudar a acceder, mantener y mantener la tierra de cultivo urbana y la innovación agrícola innovadora.
Ahora toca impulsar un nuevo plan estratégico para los próximos cinco años, aunque se pueden extraer muchas enseñanzas e inspirarnos para el desarrollo institucional del apoyo a la agricultura urbana.
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